martes, 31 de enero de 2012

Segundo Muelle III (Como has cambiado...)

En mis primeros meses de blogger, cuando era joven e impresionable, fui muy adepto a usar superlativos. Después de varios años me doy cuenta lo difícil que es hablar de un restaurante como el mejor y que este mantenga su calidad en el tiempo. Mi última visita a Segundo Muelle tuvo resultados decpecionantes, algo que no esperaba de un restaurante que en su carta afirma sentir "pasión por el mar".

Como nunca, me dejé ilusionar por la foto de la carta (que casualidad, la misma mecánica que en Embarcadero41) y ordené un sudado de pescado. Lo que llegó a la mesa fue una sopa de color rojo con mucho adorno y poco sabor. Definitivamente tiene que ajustar los tiempos o las medidas con esta receta porque no me pareció nada rescatable. Chequeen la receta de este link, la cantidad de líquido es mínima y no tiene nada que ver con la foto del costado.  De verdad que es para ponerse a llorar.

Luego, sólo por hacerme el novedoso, se me ocurrió pedir un tacu-tacu oriental. ¿Por qué tendré tan mala suerte con este plato? Era un tacu-tacu bien preparado y acompañado de una deslucida ración de mariscos. El problema era la salsa "oriental" que, según el mozo, estaba preparada con fondo de pescado, sillao e ingredientes orientales. Para mí era una salsa aguada de puro sillao, demasiado salada y si tenia sabor a pescado no me enteré. Al final tuve que separarla del tacu-tacu para poder terminar el plato. No lo volvería a pedir.

¿Qué pasó Segundo Muelle? ¿Tanto has cambiado desde la última vez que te visité? Ni siquiera estabas con el local lleno como para disculparte. Y si mencionara como han subido los precios de la carta comenzaría a preocuparme. Ahora sí me encuentro en problemas porque si alguien pidiera una recomendación para comer mariscos no sabría que responderle. Por lo visto llegó el momento de salir en busca de nuevos lares.

Segundo Muelle queda en Av. Canaval y Moreyra 605, San Isidro.
Horario: Lunes a domingo de 12:00 p.m a 5.30 p.m.
Ticket Promedio: S/.60.00 por persona.
Teléfono: 717-9996.
Volvería: En el mediano plazo pero no vuelvo a ordenar platos sólo por experimentar.

lunes, 23 de enero de 2012

Los panqueques de papá

Actualización 22.01.2012
Este es uno de los posts en la historia del blog que nunca me llegó a gustar mucho. Por eso lo reescribí en una versión más personal. Espero que sea del agrado de todos ustedes.

Cuando era niño recuerdo que mi papá era un experto preparando tres platos: tortilla casera de papas, caldo de choros y panqueques. La tortilla de papas era presencia constante en la mesa de los desayunos dominicales (¡con harto ketchup!). El caldo de choros siempre lo hacía cuando regresaba del mercado luego de hacer las compras semanales. Los panqueques estaban reservados para aquellas tardes de domingo en las cuales me enfrascaba con mi hermano en interminables batallas de naves construidas con nuestros "ladrillos" Playgo.


Hace un par de semanas salí a almorzar con mi papá y decidimos volver por el buffet de El Hawaiano. Es un buffet para salir del paso y que no justifica escribir un post adicional. Sin embargo en la estación de postres tenían panqueques listos para que uno mismo les ponga el acompañamiento. Increíble como un recuerdo de mi infancia vino de inmediato a mi mente. Aquella vez cuando mi papá cogió una sartén de teflón y se inspiró para cocinar panqueques con manjarblanco a discreción. Mi hermano se emocionó tanto que incluso apuntó la receta en un cuaderno de colegio, aunque no logro recordar que alguna vez los haya preparado. Lo más sorprendente, mi madre que es una cocinera experta y la que me enseñó todos sus secretos, tampoco se animó alguna vez a hacerlos.

Mi papá hace mucho que dejó de cocinar. Ahora se conforma con salir a almorzar a la calle con su hijo y renegar de aquellos sitios que se aprovechan de la publicidad gratuita para servir cualquier cosa. (¿Esa actitud les recuerda a alguien?) Por su salud tiene que limitarse a comidas ligeras y nada de postres. Me gustaría alguna vez contarle que después de todos estos años aún recuerdo ese momento que compartimos felices en familia. Y que algún día cuanto tenga hijos les cocinaré panqueques y diré: son como los que hacía tu abuelo.

jueves, 19 de enero de 2012

Wayralla (La ruta que no fue ni será)

Actualización 19.01.12
Y caí nuevamente por Wayralla para una celebración de cumpleaños con mis compañeros de trabajo. ¿Piensan que me fue bien? Sólo puedo adelantar que en este restaurante tampoco saben manejar un almuerzo grupal...
Esta vez, iluso yo, me animé a pedir un tacu-tacu a lo pobre con bisteck apanado. ¿Por donde comienzo a criticar este plato? El apanado era una suela que no había manera de cortar. El tacu-tacu siguió la misma tendencia pues llegó a la mesa quemado y completamente desarmado. ¿Cuándo entenderán algunos restaurantes? Tacu-tacu no es sinónimo de revuelto de frijol y arroz, hay que darle sazón y textura además de servirlo con un acompañamiento muy generoso. La foto habla por sí sola. Completamente decepcionante.

Hubiera salido en defensa de Wayralla diciendo que el almuerzo se les fue de las manos porque no supieron manejar tantos pedidos al mismo tiempo. Pero quienes empeoraron la situación fueron la mozas con su actitud "estoy-apurada-y-si-quieres-tu-plato-espérate-pues". Que poco tino. Nada les costaba acercarse a la mesa a pedir disculpas o a servir un piqueo de cortesía. Al contrario, cuando preguntamos por el pedido la indiferente respuesta de las mozas era "Ya están saliendo, ¿Ok?". Ni por esas, porque los platos llegaron en desorden y una de mis compañeras tuvo que esperar aún más tiempo. A la tercera va la vencida y con esto se ganaron un lugar en mi lista negra. ¡Felicitaciones!


La primera vez que comí en Wayralla fue por una celebración con mis compañeros de trabajo. Me acuerdo que nos atendieron con mucha cortesía y si bien mi plato era algo simple estuvo muy bien presentado y con bastante sazón. El almuerzo fue satisfactorio para todos y yo me quedé con muchas ganas de regresar. Después de haber terminado con la ruta de San Isidro se me ocurrió que este restaurante, ubicado en la zona que está detrás de la sede central del Interbank, podría significar el inicio de una nueva ruta pero...


Para comenzar pedí una milanesa napolitana, plato al cual me he aficionado recientemente y he probado en distintas versiones. Sin embargo lo que llegó a la mesa me hizo dudar si estaba en un restaurante para ejecutivos o una fonda. Por favor, una milanesa grasosa y de baja calidad bañada en una salsa de tomate desabrida no puede llamarse napolitana. Quizá deberían mandar a su cocinero a que se dé una vuelta por La Miga para que vea como debe prepararse este plato. Mal comienzo porque considero que es un plato muy simple para que se equivoquen de esa manera. No lo pidan.

El segundo plato fue el lomo en salsa de pisco con tacu-tacu de champiñones. Con un nombre tan auspicioso esperaba que se reconcilien conmigo pero me fue peor. Con el tiempo he aprendido que es mejor no indicar al mozo el punto de la carne sino describir pacientemente como la quiero. Creo que esas indicaciones las habré dicho en tailandés porque a la mesa llegó un trozo de carne seco y recocinado. La salsa de pisco era una crema de ají amarillo sin ninguna virtud que valga la pena mencionar. Y en cuanto al tacu-tacu de champiñones no le encontré alguna virtud que valga la pena mencionar. Prescindible.

Como no quería irme con mal sabor de boca pedí un pye de limón, uno de los postres más fieles que existe. Desde que era niño lo que más disfruto del pye es la combinación del ácido de limón y el dulce empalagoso de la leche condensada. Bueno, aquí me quedé con las ganas porque la crema de limón no llevaba leche condensada. Será por cuestión de costos o por hacerse los novedosos pero no le hicieron ningún favor al postre. ¿Piensan que poner un adorno de caramelo es suficiente para sea bueno? A la repostera le recomiendo que vaya por Aïoli para que aprenda como debe servirse un verdadero pye de limón.

No creo que Wayralla sea un restaurante donde sirvan mala comida pero la calidad de sus platos no justifica los precios que cobran. Sí a eso agrego que la zona de los alrededores no es muy agradable lo pensaría dos veces para volver en el corto plazo. Ojalá mejoren porque me gustaría que exista un restaurante que complete la trilogía de San Isidro junto a La Miga y Aïoli. Por el momento no me llama mucho la atención.

Wayralla queda en Enrique León García 359, La Victoria.
Horario: Lunes a viernes de 8.30 a 5.30 p.m.
Ticket promedio: S/.35 por persona.

Teléfono 265-1402
Volvería: No. Suficiente con tres malas experiencias para no considerarlo más.

martes, 17 de enero de 2012

La Folie II: La vainilla no es un cuento.

Hace tiempo una amiga me dijo que era una barbaridad pagar 25 soles por un postre de lujo si al final venía acompañado de helado D'onofrio. Pensé que exageraba pero luego de probar el helado de vainilla Bourbon de Hervé, me dí cuenta que mi vida no volvería a ser la misma.

La Folie es para mí uno de los sitios que siempre recomiendo visitar. Tiene una propuesta orgánica y saludable en un ambiente muy divertido y con un servicio de lujo. Sin embargo en el post original que escribí hace varios meses pude leer muchas críticas que ponían en duda su calidad. Algo muy difícil de creer, pues en todas mis visitas había quedado muy satisfecho. Hasta ahora.

Una tarde de domingo después de mi clásica siesta vespertina me levanté con ganas de comer algo dulce en un lugar cerca a mi casa y que no fuera el San Antonio. Me decidí por La Folie pues hace tiempo que no los visitaba. Comencé con unos waffles belgas con mantequilla y miel de maple, un postre muy simple pero efectivo. Los waffles estaban bien cocidos y crujientes, una textura adecuada para untarlos en mantequilla y bañarlos generosamente en la miel de maple.

El segundo postre fue un pye de uva borgoña con helado de vainilla francesa. Del pye no hay mucho que decir, nada que llame mucho mi atención pese a que no es una receta muy conocida. El problema fue que las dos bolas de helado eran de D'onofrio. No tengo nada en contra de esa marca pero debido al precio del postre (y además por lo que decía la carta) yo esperaba ver helado artesanal. Llamé al mozo quien reconoció que era helado D'onofrio pero que en la etiqueta del envase decía vainilla francesa (¿?) y el no lo ponía en duda. Su argumento me sonó a leguleyada de tinterillo. Además ¿desde cuando D'onofrio produce ese sabor?

Hoy estuve por varios supermercados investigando un poco al respecto. Veamos los ingredientes del helado D'onofrio "sabor a vainilla": agua, azúcar, aceite vegetal, suero de leche, proteína de leche, leche descremada, estabilizantes y emulsionantes, saborizante permitido, sal y colorantes. ¿En alguna parte de esta descripción ustedes pueden encontrar la palabra vainilla? Comparémoslo ahora con la descripción de un helado Häagen-Dazs: crema de leche, leche descremada, yema de huevo pasteurizada y vainilla natural. Las palabras sobran.

Este post no es una crítica a D'onofrio pues existen leyes de oferta y demanda y al final uno elige qué producto comprar. Lo que me molesta es que en un local como La Folie intenten vender gato por liebre de una manera tan infantil. Sus clientes no lo merecen y si están escatimando calidad en esos detalles no quiero pensar en lo que se viene más adelante. La actitud del mozo tampoco me pareció correcta. Tratar de engañar al cliente es un recurso muy pobre. Clarinazo de alerta para La Folie pues tal como dice mi gerente: "el diablo está en los detalles".

La Folie queda Av. Primavera 1070, Surco.
Horario: L-S de 8 a 11:00 p.m. Domingos de 8 a 10:00 p.m
Ticket promedio: S/.45 por persona.
Teléfono 372-1502
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Volvería: Sí, tengo esperanzas que esto haya sido un evento aislado.

viernes, 13 de enero de 2012

Lo que dejó el 2011 (Parte II)

Tres descubrimientos.
Esto no significa que haya descubierto un restaurante ni mucho menos. En este rubro incluyo aquellos lugares que me dejaron la mejor impresión en la primera visita que les hice y que me motivaron a regresar para seguir escribiendo de ellos. Muy aparte del top-ten les recomiendo que incluyan estos restaurantes para sus futuras aventuras gastronómicas. En los tres casos el factor servicio fue determinante para que se hayan ganado esta mención.

1. Dánica
Se autodefine como fusión ítalo peruviana (sic). Yo prefiero decir que sirven comida italiana "a la peruana". Porciones generosas, buena atención y un ambiente muy acogedor lo convierten en un restaurante que no necesita competir con los consagrados (Antica, Donatello, Mavery). Lo malo es que mucha gente ya lo sabe y por eso sus locales paran muy concurridos. La solución: llegar temprano. No se arrepentirán.

2. Kintaro
Fusión peruano nikkei al mejor estilo. Makis, sashimis, carnes a la brasa y unos saltados de mariscos que harían llorar a cualquier cebichería. Gracias a la revista Etiqueta Negra me animé a visitar este restaurante y probar su especialidad: el Yume Maki, un maki hecho de puro pescado. Pero seamos justos, Kintaro va más allá de los rolls y sirve platos peruanos muy bien cocinados. Vale la pena darse una vuelta.

3. Kamcha
Con sus altas y bajas Kamcha destacó entre los restaurantes criollos que visité el 2011. La clave: respetar la esencia de los platos tradicionales, brindar un servicio de primera y tener un local con diferentes ambientes que van desde un homenaje a los mercados hasta lo formal de mantel blanco. Si mantienen ese nivel se convertirán en una importante presencia gastronómica.

Tres decepciones
Un restaurante no es malo por el mal servicio o por la pésima calidad de su comida. Mi gerente dice que el diablo está en los detalles y yo le creo. Si un restaurante no se preocupa en cuidar hasta el mas mínimo detalle entonces puede cometer errores muy graves. Para mí, restaurantes malos son aquellos que se equivocan y no se preocupan por arreglarlo, al contrario lo empeoran. A los propietarios les digo, engrían a sus clientes y asegúrense que se han llevado una buena impresión. Si no, el tiempo les pasará una factura bien alta.

1.Perroquet
Premiado como mejor restaurant de hotel sólo se podría esperar lo mejor. Sin embargo encontré moscas en el pan y los embutidos, un mozo insolente y tan proactivo que pasó en medio del salón con un carrito de menaje usado. Además en lugar de música de fondo se escuchaba las groserías y gritos de los cocineros. El maitre sólo atino a decir que tomaría en cuenta mis sugerencias. Sí, claro. Yo le sugiero a ustedes que no pierdan tiempo visitándolo.

2.Puesto 33
Papas rellenas malogradas, un chaufa quemado y la soberbia de un chef-propietario que no conoce el significado de la palabra disculpas (y que estaba más interesado en saber si venía de algún medio para hacerle propaganda) son razones suficientes para no volver más por este restaurante. Pese a las múltiples recomendaciones y las credenciales que ostenta ("Premio al cocinero joven 2009") es otro más de mi lista negra.

3.Los restaurantes criollos
Así sean de "culto" o "fusión" este fue el rubro donde más decepciones sufrí. Por un lado encontré restaurantes que se aprovechan impunemente de su fama para servir cualquier bodrio a precios excesivos. Por otro lado encontré nuevos restaurantes que con su manía de "fusionar" quieren llegar al extremo de convertir un arroz con pato en risotto, un tacu-tacu en un revuelto de frijol con aceite de oliva y un postre reducido a mera decoración.

Tres postresUn almuerzo sin postre es como un día sin sol. Un blog de gastronomía que no hable de postres sería impensable. Estos son los mejores del año.

1.La Locanda: Dolce Locanda
Una receta italiana tradicional a la que se agrega Grand Marnier y frutas de la estación para luego gratinarla ligeramente. El resultado: una crema espumosa muy concentrada que se integra perfectamente con el sabor fresco de las frutas. El helado de pistacho se merecería un párrafo aparte pero las palabras no le harían justicia. Tenía claro que de La Locanda sólo puede esperarse lo mejor pero su carta de postres supera cualquier expectativa.

2.Hervé: Crepes suchard con helado de vainilla Bourbon, salsa de chocolate bitter tibio y crema montada con azúcar vainillada.
Dos razones que lo hacen único: el helado de vainilla Bourbon, una de las variedades más reconocidas que existe, y la generosa porción de salsa de chocolate bitter. Cortar un trozo del crepe y remojarlo en esa salsa puede ser realmente adictivo. Un postre que haría las delicias de los fanáticos del chocolate.

3.Market 770: Degustación de postres peruanos tradicionales.
Cuatro postres tradicionales reinventados con técnicas modernas. Espuma de mazamorra morada y crocante de canela, mousse de arroz con leche, tiramisú con café Tunki y suspiro de lúcuma. Todo un homenaje del Market 770 a los postres peruanos que otros restaurantes "turísticos" desearían tener.

La última
Este blog no es más un proyecto ni un hobby; es una responsabilidad y por eso, en el trancurso de las siguientes semanas, se darán algunos cambios en los post antiguos. Se incluirá toda la información referente a precio, ubicación y contactos, se actualizará respecto a aquellos restaurantes que ya no existen y en algunos casos se corregirá el estilo en busca de la mayor objetividad posible. Obvio, esto no significa que bajaré la guardia ni que seré más permisivo cuando visite un restaurante. Al contrario, con cuatro años bloggeando ya no estoy para aguantar cuentos de nadie.

Agradezco a todos los que me leen, comentan y critican porque me ayudan a mejorar el contenido y porque me motivan a seguir con esta aventura gastronómica. Queda mucho por escribir y contar.

sábado, 7 de enero de 2012

Lo que dejó el 2011 (Parte I)

Cuando reviso todas las fotos que he tomado durante el año 2011 me sorprendo con la cantidad de restaurantes y los diferentes estilos de comida que he probado. Hacer un resumen de mis aventuras gastronómicas vividas durante el año era una tarea algo complicada. Por eso, la lista que viene a continuación no implica necesariamente que un lugar sea mejor que otro sino que tan memorable fue la experiencia de comer en ese sitio. Pueden dar click en el título para que los lleve al post original y encuentren toda la información necesaria para elaborar su propia ruta gastronómica.


1. La Locanda
Los dos mejores almuerzos del año se dieron en La Locanda. Un restaurante que brinda un servicio personalizado, perfecto para ocasiones especiales y donde se aseguran la satisfacción absoluta del cliente hasta en el más mínimo detalle. El servicio va más allá de lo excelente y todo el equipo está completamente alineado a esa tendencia. Su propuesta gastronómica ha variado recientemente por el cambio del chef y tendré que regresar para hablar un poco más de ellos.

2. Market 770
El almuerzo degustación en el Market 770 fue toda una revelación. La maestría de Wilfred Dass, un chef de origen malayo, preparando los mejores platos de la comida peruana haría temblar a algunos restaurantes consagrados. En un ambiente formal, ideal para ejecutivos, Market 770 ofrece una carta con motivos peruanos y orientales preparados con el máximo nivel de exigencia. Mención aparte para la degustación de postres peruanos, obra maestra de Fiorella Falco y todo un homenaje a la tradición dulcera de los peruanos.

3. La Bistecca
Alta calidad, gran variedad y excelente servicio: razones de sobra para elegirlo como el mejor buffet de Lima. Sus estaciones de ensaladas, fiambres, makis, bocaditos chinos y parrillas satisfacen todos los gustos. Eso, sin contar que cada cierto las renuevan con otras opciones. Además las estaciones de saltados y pastas preparadas al momento (y de acuerdo al gusto del cliente) no tienen competencia. La fuente de cobertura de chocolate es el broche de oro que la convierte en una experiencia gastronómica sin límites. En La Bistecca nunca será suficiente una sola visita.

4. La Fondue
Si existe otro lugar en Lima para comer fondue no me lo cuenten por favor. Prefiero quedarme con este pequeño rincón de Suiza en Lima que me recuerda cuando estuve en Gruyeres hace un par de años. Este restaurante es una réplica de un típico chalet suizo en la decoración, la vajilla y la vestimenta de las mozas. Pero no sólo se han preocupado en crear un ambiente íntimo y acogedor, es importante destacar la alta calidad de sus fondues de queso y chocolate reflejada en los insumos importados que utilizan. Cierra en temporada de verano así que será una larga espera para volverlo a visitar.

5. Titi
Auténtica comida china presentada en una carta muy variada donde pueden encontrar desde el clásico arroz chaufa especial hasta los platos más exquisitos de la gastronomía oriental. Eso sin hablar de su wantán, el mejor de todo Lima y que justifica una visita obligatoria. Vale la pena destacar el servicio pues los mozos son muy atentos y la administradora está pendiente de cualquier pregunta o comentario. Si tuviera que hacer un ranking de restaurantes chinos Titi ocuparía el primer lugar sin dudarlo y muy lejos de la competencia.

6. Dánica
Un ambiente lúdico, atención impecable y una carta muy variada resultado de la fusión entre los estilos de comida peruana e italiana. Me lo habían recomendado varias veces pero tuvieron que pasar tres años para visitarlo (y lamentarme de haber perdido tanto tiempo). Sus ravioles de asado con crema de mostaza estarían tranquilamente en los mejores platos del año y por eso lo incluyo en esta lista. Dánica es uno de los grandes descubrimientos de este año para el blog.

7. Costanera 700
Perdóname Costanera 700 por no haber escrito todavía tu post. La chita a la sal es un clásico de clásicos y es uno de esos platos que deben comer por lo menos una vez en la vida. Desde el momento en que lo traen a la mesa cubierto en llamas ya es toda una experiencia memorable. Sus postres no se quedan atrás, el tocinillo del cielo puede ser realmente adictivo y sus crépe suzette, flambeadas al cointreau ya tienen un lugar bien ganado en mi lista de postres favoritos. Yo que siempre soy tan escéptico de los "consagrados" debo reconocer que este restaurante hace honor a su fama.

8. Bravo Restobar
Bravo no se merece un octavo lugar en esta lista pero es culpa del tiempo que hasta el momento sólo haya podido evaluar su buffet. Quizá no es tan variado como La Bistecca pero tienen un poderoso as bajo la manga: ordenar platos a la carta preparados al momento pero en versión reducida. Sus postres, sobre todo el tres leches de Bailey's, me dejaron la mejor de las impresiones y muchas ganas de volver. Bravo por Bravo y prometo regresar este año. Palabra de blogger.

9. Hervé
Lo mejor de la gastronomía francesa preparada por Hervé Galidie, el chef principal del restaurante Le W cuando le fue otorgada una estrella Michelin. Hervé es un restaurante en el cual pueden comenzar una aventura por los sabores de la gastronomía francesa preparada con los mejores insumos. Además tiene una carta de postres que tranquilamente se merecería un post completo. Los crepes suchard con helado de vainilla Bourbon, salsa de chocolate bitter y crema montada están entre los mejores postres del año. Sin embargo, detalles como el ambiente austero, la atención indiferente y los prohibitivos precios de la carta lo colocan en noveno sitio.

10. Edo
El roll acevichado (langostinos empanizados y palta envueltos en finas lonjas de atún y cebollita china, bañados en salsa de acevichado) es la mejor razón para visitar Edo de vez en cuando. En su carta también podrán encontrar gran variedad de rolls preparados con ingredientes de la mejor calidad. Sin embargo, casi queda fuera de la lista por el pésimo manejo que tuvieron de un almuerzo grupal con mis compañeros de trabajo. Al menos en el local de San Isidro todavía les queda mucho por mejorar en ese aspecto. Otro punto en contra para la anfitriona que tiene complejo de "todo está reservado".

Mención honrosa: Aïoli y La Miga
Cuando no me convence el menú que ofrece el concesionario de mi trabajo dos restaurantes aparecen en mi auxilio. Aïoli con una novedosa propuesta gourmet-express a precios módicos y La Miga con platos caseros en versión ejecutiva servidos en porciones generosas. Si me obligaran a escoger entre uno de los dos declararía un empate técnico. Y si tuviera que escoger un plato me quedaría con la Napolitana de La Miga y el pollo al saúco de Aïoli. Si ustedes quieren visitar estos restaurantes les recomiendo llegar antes de la una. La gente de la zona financiera no cree en nadie a la hora de almuerzo.