martes, 25 de agosto de 2009

El Grifo III (Reloaded)

Bienaventurados los que viven cerca de El Grifo porque ellos conocerán lo que es el buen comer. Después de mi última visita puedo afirmar que en la biblia de los comelones este restaurante merece que le dediquen un capítulo entero. Me sorprende cómo han evolucionado de un pequeño local que ofrecía una propuesta innovadora a un restaurante que supera cualquier exigencia en la calidad de la comida, servicio y ambiente. El Grifo es ya una marca bien establecida.
Apenas me senté en la mesa me ofrecieron un maracuyá sour de cortesía. No soy experto en tragos así que sólo puedo comentar que tenía un sabor agradable y no estaba muy cargado de licor. Luego me sirvieron un chilcano en tacita, también de cortesía, con un cuarto de limón y unas rodajas de ají limo. Todo iluso le eché una rodajita de ají limo y lo convertí en un chilcano a la diabla. Terminé la tacita sufriendo porque olvidé que con este diminuto ají no se juega.
Quise ir más allá de los clásicos fettucinis a la huancaína y me fijé en un plato que no suelo consumir seguido: Tallarín saltado de mar y montaña. Son fideos de tallarín saltados con lomo, conchitas, langostinos y calamares crocantes. En la foto pareciera una porción pequeña pero es más que suficiente para una persona y sin pedir entrada. El sabor de saltado y la excelente combinación de lomo y mariscos preparados en el punto de cocción exacto hacen de este plato una muy buena opción. Quizá los fideos estaban en un punto de cocción muy al dente pero es cuestión de gustos y sería bueno indicarlo al mozo antes de ordenar al plato.
De postre me ofrecieron el panqueque sublime. Es el postre ideal para los amantes del chocolate y de los postres empalagosos. Consiste de un panqueque relleno de cobertura de chocolate de leche con una bola de helado de vainilla, y trocitos de maní. No sean egoístas como yo y compartánlo para que no terminen odiando la cobertura de chocolate. En El Grifo comer panqueques se puede convertir en una peligrosa adicción. Obvio, sin desmerecer a las demás excelentes opciones de postres que brindan.

Nuevamente les recomiendo que vayan a El Grifo. Es una apuesta segura y encontrarán una gran variedad de platos, muy buena atención y un ambiente agradable. Es recomendable ir temprano para que no tengan problemas de estacionamiento.
El Grifo queda en Av. Colonial 2703, Lima. 

Teléfono 564-1025 
Volvería: No. Es un restaurante que ya perdió su esencia.

jueves, 20 de agosto de 2009

Tarapoto III: Desayuno en el río

Para salir de vacaciones siempre hay que ahorrar y establecer prioridades en los gastos. Cuando estuve en Iguazú mi meta era conocer las cataratas y tomar la mayor cantidad posible de fotos. Consecuentemente tuve que resignarme a comer pan de molde y jamonada para poder cubrir los gastos del hotel. Pero en mi último viaje a Tarapoto mi única prioridad era comer bien. Ese fue el motivo que me guió hacia el hotel Río Shilcayo, un hotel muy cómodo y que ofrecía un flamante desayuno buffett.
Es redundante mencionar cuanto me gusta comer en un buffet. La palabra sobriedad no existe en mi vocabulario gastronómico así que apenas entré al comedor cogí el plato más grande y me serví la mayor cantidad posible de bocadillos. La fruta estaba deliciosa y muy fresca. La papaya y el melón tenían un sabor diferente a lo que uno come en Lima. Los bocaditos salados si me desilusionaron porque ni siquiera estaban tibios. ¿Que gusto tiene un mini tamal si está frío? Habían también algunos quesos y fiambres para acompañar los pancitos pero nada más que valga la pena mencionar. Esperaba más de este buffet pero se vio compensado con todo lo que bueno que brinda el hotel.
Les recomiendo este hotel si quieren un lugar alejado del bullicio de la ciudad y donde pueden descansar en paz. El personal es muy atento y está atento a cualquier necesidad que uno pueda tener. Las amplias habitaciones son muy cómodas y cuentan con aire acondicionado. Además tienen un servicio a la habitación impecable. Como cereza del pastel pueden encontrar hamacas por todos lados para recostarse y soñar con vacaciones eternas. En lugares así la vida sí que es sueño.

Hotel Río Shilcayo queda en Pasaje Las Flores 224, Tarapoto
Teléfono 042 -522225

lunes, 17 de agosto de 2009

Tarapoto II: De la selva su pasta

Me gusta la comida italiana pero más me gusta si está preparada a la peruana. Ejemplos sobran: una lasaña rellenada generosamente con diversos ingredientes, unos fettucinis servidos con harta salsa bolognesa o unos clásicos tallarines al pesto con su apanado de lomo encima. A eso le llamo verdadera comida peruana fusión y existen lugares donde pueden comer ese tipo de platos. En una ciudad de la selva, en medio de la bulla de los mototaxis y el insoportable calor, existe un oasis llamado Café d’ Mundo donde esta fusión ha sido llevada al extremo.

¿Se imaginan que resulta de combinar ingredientes típicos como la cecina, el chorizo y el sachaculantro con los mejores platos de la comida italiana? Si a eso le agregan un ambiente muy elegante e íntimo, una atención correcta y precios módicos entonces tenemos a un ganador absoluto. Llegué a este restaurante por pura casualidad y apenas entré me deleité con las mesas alumbradas con velitas reflejaban el típico ambiente de un restaurante italiano. El calor no es un problema porque el local no tiene techo, lo que le da un toque más especial.
En la parte de entradas destacó de inmediato un plato cuyo nombre ya se me estaba haciendo agua en la boca. Eran unos portobellos gratinados rellenos de chorizo y acompañados de puré de papa. Pero la cruel realidad me jugó una mala pasada pues el mozo me informó que no contaban con los ingredientes para prepararlos. Resignado sólo me quedó pedí un pan al ajo especial. Estaba bueno pero aparte del queso derretido no pude encontrar una razón para considerarlo especial.

Me consolé pidiendo una lasaña regional. Lasaña rellena de cecina y chorizo en salsa blanca y roja con un toque de sachaculantro. Es una porción grande que fácilmente alcanza para dos personas. Viene con bastante relleno y la presencia del sachaculantro es el toque especial que marca la diferencia. El sabor del plato en sí es ligeramente salado y quedaría mejor si la acompañan de una ensalada fresca como la caprese.
Como segundo plato pedí unos fettucinis a la carbonara al estilo regional. Eran unos fettucinis con salsa carbonara y cecina flambeada con brandy. La cecina es una carne dura pero tuvieron el acierto de servirla cortada en láminas muy delgadas. El plato cumplió con mi expectativas pero les aconsejo que pidan un buen vino para digerir la comida. La propuesta del local es atractiva pero puede ser algo pesada para los que no acostumbran comer en exceso.

Siento que el post no le hace justicia pues queda mucho más por decir de este restaurante. La carta es muy variada y decidir entre las innumerables entradas, pizzas, spaghettis, lasañas y raviolis puede ser una tarea difícil. Sin embargo cenar en Tarapoto bajo un cielo lleno de estrellas no tiene precio. Y eso no lo encuentran en Lima. Agarra esa flor, San Ceferino.

Café d’ mundo queda en Jr. Alegría Arias de Morey N°157, Tarapoto
Teléfono 042-524918

jueves, 6 de agosto de 2009

Tarapoto I: El Rincón del HDL. ¿O del LDL?

Si viajan a Tarapoto olvídense de la comida ligera, las dietas y los consejos nutricionales del Dr. Pérez Albela. Resígnense a que comerán hartos platos cargados de calorías y que al regreso sentirán la cintura del pantalón más ajustada. Seamos sinceros, no van a viajar tan lejos para comer pescado hervido y ensaladas. Algún día se descubrirá el secreto de por qué la comida más rica es a veces la más grasosa y dañina. En esta ciudad descubrí un sitio dónde se lo toman en serio: Rincón Sureño.

Como platos de entrada pedí una porción de maduros y una ensalada de chonta. Los maduros son plátanos fritos que tenían un sabor delicioso. Es como la comida china, una armonía de sabores salados, dulces y picantes (No pude dejar de echarle un poco de ají). A pesar de que siempre había visto a la chonta con la expresión infantil de “Guag no me gusta” me animé a probar la ensalada. Debo confesar que sentí como si estuviera comiendo una planta del jardín pero es cuestión de gustos y con ají pasa. Vale la pena probarla.

El plato principal fue el tacacho mixto que no es nada más que tacacho con cecina y chorizo. Confieso que es un abuso pedir un plato tan pesado pero tengo que hacer honor al nombre de este blog. La cecina de cerdo estuvo un poco salada pero con las verduras frescas de acompañamiento hacían buena combinación. El sabor del chorizo es muy sazonado y tenía la proporción exacta de carne y grasa. El plato es una porción suficiente para dos personas teniendo en cuenta las entradas. El ají charapita con cocona fue una agradable sorpresa. No encuentro las palabras exactas para explicarlo pero “cortaba” el sabor fuerte de la comida y no resultó muy picante.

Me gustó mucho la atención pues el mozo en todo momento estuvo preocupado de cualquier pedido adicional y también ofreció tragos de cortesía para bajar la comida. Los precios son módicos y el ambiente es sencillo pero muy agradable. No se olviden de pedir una jarra de jugo de uva helado. Será suficiente para recuperar las energías y continuar con el tour. Un acierto completo.

Rincon Sureño queda en calle Augusto B. Leguía N°458, Tarapoto.
Teléfono 042-522785